Mexicooooo lindo y queridooooo gracias por tanto, me encantaron tus playas, tu gente, tu comida, tus colores, tus paisajes, todo de ti; por eso he querido escribir esta guía de viaje para las personas que se animen a conocerte.
Tulum es un hermoso pueblo del estado de Quintana Roo en la Riviera Maya mexicana. Es una de las áreas que cuenta son los famosos “cenotes”, que son formaciones naturales de agua que quedan debajo de cuevas. Estas formaciones son únicas en el mundo y solos se ven en esta región de nuestro planeta.
Lo primero que les quiero recomendar es que se vayan preparados con ropa de hacer ejercicio, porque en Tulum hay tantas actividades exteriores, que la van a necesitar. Para otras opciones sobre que empacar para México, pueden ver el vídeo que hice sobre eso.
¿Dónde quedarse?
Habíamos pensado en quedarnos en la zona hotelera, pero luego, analizando costos y todas las actividades que queríamos hacer estando allá (donde básicamente llegaríamos al hotel solo a dormir) decidimos quedarnos en un hotel boutique super céntrico en el pueblo de Tulum: Aruma. Debo decir que tenía todo lo necesario para estar cómodos, super limpio, incluía desayuno (que estaba riquísimo) y con aire acondicionado. El precio bastante solidario y la atención excelente. Lo único que les recomendaría es llevarse tapones para los oídos, ya que como el hotel está rodeado de restaurantes la música se escucha considerablemente fuerte hasta alta horas de la madrugada. No cuenta con estacionamiento pero es sencillo estacionar el vehículo (si se tiene) en los arededores sin ningún problema.
Mas info sobre el hotel aquí.
¿Qué hacer?
En Tulum hay infinidad de cosas que hacer. La mejor opción para moverse de un lado a otro es rentar un vehículo, que suele ser bastante económico, sobre todo si se cuenta con una tarjeta de crédito que te cubra el seguro. Las distancias son medianamente cortas dependiendo de los cenotes o parques naturales que quieras visitar. Nosotros escogimos ir el primer día a las ruinas de Coba, que quedan a unos 45 minutos de Tulum pueblo. Una vez allí, un poco más allá de la entrada verás que se rentan bicicletas para llegar hasta la atracción principal, que es la pirámide. Mi consejo es que rentes la bicicleta, porque son 4 kilómetros hasta llegar a la meta. Sin embargo, si te sientes extra aventurero opta por la caminata. El camino esta lleno de otras ruinas y zonas arqueológicas donde los Mayas construyeron su civilización en esta región. Es increíble ver la tecnología que usaron para lograrlo sin contar con herramientas como las que contamos actualmente. Subir los 120 escalones es la actividad principal y vale la pena por la vista al llegar al punto más alto. Además se siente una paz increíble que hace que no te perturben ni los cientos de turistas al rededor. Eso si, llévate agua, vas a necesitar mantenerte hidratado.
Aparte de las ruinas de Coba, a dos horas del pueblo queda Chichen Itza. Nosotros no fuimos porque queríamos aprovechar más tiempo en los cenotes, pero esta opción sin duda es muy recomendable.
De Coba nos fuimos para el Gran Cenote, que es el cenote más famoso y uno de los más visitados de Tulum. La entrada es bastante económica (100 pesos mexicanos), entre 6 y 7 dólares americanos, dependiendo de como esté el cambio. Hay unas duchas para que las personas se bañen antes de entrar al cenote, esto es oblogatorio para preservar la vida de los especies que habitan en el cenote. El Gran Cenote no es comparable con nada que yo haya visto antes. Es un espacio mágico, donde sientes que la naturaleza te recibe y te acobija mientras te bañas en sus aguas junto a tortugas y peces. El agua es critalina y la variedad de las especies que ves es espectacular. Te aconsejo llevar tu equipo de snorkel o al menos los lentes especiales para ver en el agua y apreciar a los pecesitos nadando alrededor de ti. Otra recomendación es llevarse zapatos de agua o aqua socks para que les sea más fácil desplazarse, ya que hay muchas rocas y pueden ser rasposas para los pies. ¡Ah! y ni se les ocurra dejar el repelente de mosquitos, de otra manera serán un festín para los insectos que viven allí.
Algo muy importante de comentar es que para la mayoría de los cenotes, puedes traer tu propia comida, solo prohiben bebidas alcohólicas, y como muchos tienen áreas verdes donde sentarse, puedes llevar todo para hacer un picnic mientras disfrutas del paisaje. La mayoría de los cenotes cuentan con meses o bancos donde puedes dejar tus pertenencias cuando te bañas. Por lo general es bastante seguro y el ambiente es bien familiar.
Luego del Gran Cenote visitamos dos más: Cristal y Escondido. Cristal era más como una piscina natural y tenía un área elevada desde donde uno se podía lanzar al agua.
Para llegar a Escondido hay que estacionar el carro en la entrada y caminar hasta el cenote. Cristal y Escondido quedan casi en frente y nos explicaron que el dueño es el mismo, por lo que tienes la opción de pagar la entrada dos por uno que te permitirá ingreso en ambos cenotes y te sale más económico.
Siguiendo en la onda exploradora, fuimos también a las Ruinas Mayas de Tulum que quedan al lado de la playa. Para llegar hasta aquí, hay que tomar un trencito que te busca en la entrada principal o caminar aproximadamente 10 minutos. Ten en cuenta que estas ruinas están bajo el cielo despejado y el sol les pega directo, asi que llévate ropa fresca y mantenten hidratado.
Finalmente fuimos a conocer la zona hotelera, que es una larga avenida que tiene hoteles de un lado y restaurantes del otro. Puedes ingresar a muchos de estos hoteles y disfrutar de la playa pagando una tarifa módica, no necesariamente te tienes que estar hospedando allí. Nosotros fuimos a ver la puesta del sol a la playa y fue maravilloso.
Algo diferente que puedes hacer es ir a conocer la recientemente inaugurada (Mayo 2018) Galería de Arte del Hotel Azulik, que se llama Ik Lab. La entrada es gratuita y vale la pena ir para apreciar la arquitectura, pareciera como una casa de árbol abstracta. Es increíble.
¿Dónde comer?
Esta fue una de las mejores experiencias de nuestro viaje a Tulum. La comida es extremadamente deliciosa, saludable y orgánica. Todos los ingredientes se sienten super frescos. Nosotros quisimos experimentarlo todo en cuanto a gastronomía se refería: desde la comida mas fancy de un restaurante de la zona hotelera, hasta la comida de puestos de calle que consigues en el pueblo. Todo, absolutamente todo estaba buenísimo, pero aquí les dejo mi top five de restaurantes a donde ir:
En el pueblo:
Antojitos La Chiapaneca: este fue el primer lugar donde comimos recien llegados a Tulum. Su especialidad son los tacos, que son una exquisitez y cada uno cuesta 5 pesos ($0.50 yes, thank me later).
Taquería Honorio: Este es otro lugar especializado en tacos, pero además es uno de los pocos donde todavía existe auténtica comida Maya, que es la comida típica de esta zona. Su plato estrella es tacos de cochinita pibil. Solo tengan en cuenta que abren a las 6am y cierran a las 2pm.
El Mariachi Loco: Un lugar super divertido,donde comes super bueno y barato, mientras escuchas un grupo de Mariachis que te harán cantar y reir mientras degustas la comida. La atencion además estuvo excelente.
El Camello Jr. : Este lugar especializado en comida de mar queda justo antes de entrar al pueblo. Es un restaurante muy visitado por los lugareños. Las porciones de comida son bastante generosas y el precio muy amigable. Aqui fuimos después de haber ido a dos cenotes, con muchísima hambre y nos comimos entre los dos una mariscada, que estaba ¡divina! (ver foto)
En la zona hotelera:
Raw love: tenía muchísimas ganas de conocer este concepto de comida vegana, ya que muchas influencers que conozco lo visitaron y recomendaron. De nuevo la frescura de las frutas es increíble y el lugar es super ameno con hamacas y columpios donde te puedes sentar a comer un riquísimo bowl de frutas. Eso si, ten en cuenta que los precios no son tan amigables como los del pueblo y que solo aceptan efectivo.
Gitano: Este fue el último restaurante que visitamos en Tulum para despedirnos del viaje. La atmósfera te envuelve, ya que esta rodeado de árboles y velas por todos lados que evocan un ambiente romántico. Las bebidas estaban excelentes y la comida era una fusiön de sabores increíbles (nos pedimos los tacos de champiñones).
Espero que eso les haya resumido un poco lo que fue mi viaje y los ayude en caso de que estén planeando una visita a este increíble destino. Déjenme en los comentarios si tienen alguna pregunta y avísenme si se me está escapando algo. Espero haberlo cubierto todo, y el veredicto final es: definivitamente visiten Tulum. ¡Tienen que conocerlo!
Para más detalles sobre nuestro viaje a Tulum, los invito a ver el vlog que hice sobre el aquí.
Besos,
Amanda