Venus nos muestra como vivimos nuestra energía femenina, la luna nos susurra nuestra misión en este planeta, lo que venimos a ser en esta vida. Ambas son los astros más importantes de conocer en la carta astral de una mujer. Su tránsito por los diferences arquetipos o signos zodiacales nos marcan pautas y nos afectan dependiendo de donde las tengamos en nuestra propia carta.
Hace dos días, el 5 de octubre, Venus comenzó a retrogradar en Escorpio, he puesto información en mis redes sobre esto, pero quería explicarlo un poco más por aquí. Venus retrógrada viene a vivir una cuarentena en el signo del inframundo que es Escorpio. Este es el signo de la maga, de la mujer bruja, de la mujer que convierte su veneno en medicina. Cuando Venus se va al inframundo, comienza a movernos oscuridades de nosotras que no conocíamos o pensábamos habíamos “superado” y lo digo así, porque una oscuridad no se supera, se integra. Y justamente ese es el aprendizaje de Venus esos 40 días caminando hacia atrâs en el inframundo. Venus viene a enfrentarnos con nuestras sombras, va a dejar que salgan a la luz y queda de nuestra parte ver como lidiamos con ellas.
Como todo en la vida, la información es poder y si estamos atentas a los cambios que vienen vamos a sentir en menor escala ese “revolcón”. Mira donde esta tu Venus en tu carta y compárala con esta Venus que estas por vivir. Una Venus intensa, exagerada, dramática, que se hunde en sus profundidades y busca atención, saca celos y envidias, saca ambición (de la no sana), saca manipulación. Va a mover toda esa energía femenina dândole un sacudón. Pero como siempre, los retrógrados son de profundo análisis de comportamiento, sentimiento e instrospección. Asi que estemos muy atentas a nuestras reacciones, con nosotros mismas y a nuestras relaciones con las mujeres a nuestro alrededor, sobre todo las más cercanas a nosotras.
A Venus retro en Escorpio se le mira a los ojos y se le dice: “te veo, te reconozco, te honro y aprendo de ti”. Si te le resistes, pierdes. Les deseo una feliz cuarentena integrando a nuestra hermosa matrona, vamos auguraándole un feliz viaje por el inframundo.
Besos,
Amanda
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